domingo, 22 de junio de 2008

El crepúsculo de la tarde

Aquí una tarde encantadora, amiga del criminal;
Se acerca como un cómplice, con paso de lobo; el mal,
Se arrima lentamente con gran estrategia,
y el hombre impaciente se convierte en bestia.
Tarde, amable noche, deseada por este "playboy"
Cuyos brazos, sin mentir, pueden decir : ¡Hoy
Hemos trabajado! -Es la tarde quien cura
Los espíritus que devoran el dolor que amura
El sabio obstinado que de frente se derrumbó
Y el obrero cansado que en su lecho se tumbó
Además los demonios malsanos en la "atmosféra",
envejecen lentamente, como la gente que espera,
La prostitución se alumbra en las calles.
Por todos lados se esconden radicales,
Ladrones que sin esperar las gracias
comienzan su trabajo, Croacia,
Rumanía, Marruecos, España,
Todos forman la maraña.

Recoge, mi alma, este gran momento
y cierra tus oidos a este lamento.
Es la hora en que el dolor se agrava
La sombra Noche ayer barruntaba.
Entonces, la mayoría jamás conocida
Y la quietud del hogar jamás vivida.