domingo, 1 de junio de 2008

Félix María Samaniego (1745-1801)

Todos hemos escuchado el principio de este poema pero muy pocos conocen su final, que es lo que le da importancia a este primer párrafo tan famoso.

A un panel de rica miel
dos mil Moscas acudieron,
que por golosas murieron,
presas de patas en él.
Otras dentro de un pastel
enterró su golosina.
Así, si bien se examina,
los humanos corazones
perecen en las prisiones
del vicio que los domina.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Genial. Gracias por traerlo aquí.
Un saludo