miércoles, 23 de abril de 2008

Ahora sí

Suena el sol, verificado horizontalmente y de una manera totalmente inequívoca. Por fín, el nuevo estadillo inconcluso, que según mi nefasta memoria data de varios años, vuelve a la senda de la virginidad, de la propiedad misma, de la creatividad sonriente. Qué puedo decir, mi mente no logra acelerar los dedos sobre la máquina, siento un resplandor concubino en ambas manos que al enfrentarse al acantilado de la punta de las yemas parece darle un espantoso y horroroso pudor que prefiere no apagarse y quedarse dentro mismo de mis extremidades, y volver a recorrer el camino en dirección contraria. La obligación es por obligación misma, y es por eso que lo estáis sabiendo, pero mi yo interno me contradice, no me deja compartir la sensación tan esperada después de mucho.
No debo escribir más, me lo quedo para mí.

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